TRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD. Epítome
Miguel Duque Pérez Camacho *
Para los vanidosos todos los demás hombres son
admiradores.
Antoine De Saint- Exupéry, “El Principito”.
Introducción
Según
el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (Vigesimotercera
edición), histrión es aquella persona que se expresa con afectación o
exageración propia de un actor teatral.
El
diccionario Terminológico de las Ciencias Médicas define el histrionismo como
la adopción morbosa o histérica de gestos exagerados; dramatismo.
Citando
a Harold I. Kaplan y Benjamin J. Sadock, el trastorno histriónico de la
personalidad se caracteriza por una conducta colorista, exagerada y
extrovertida en personas extraordinariamente excitables y emotivas. Se
diagnostica con más frecuencia en mujeres que en hombres. Con la edad, los
pacientes con un trastorno histriónico tienden a presentar menos síntomas,
pero, debido a que carecen de la misma energía que tenían cuando eran más
jóvenes. Estos pacientes son buscadores de sensaciones, lo que les puede llevar
a tener problemas con la ley, abusar de sustancias, o actuar de forma
promiscua.
Diagnóstico
Durante
la entrevista clínica, los pacientes con dicho trastorno suelen ser muy
cooperativos y proporcionan historias llenas de detalles. Es muy común que en
sus conversaciones estén presentes la gesticulación y vocalización exageradas,
pueden hacer
diferentes gestos con la lengua, y su lenguaje es muy florido. Existe una gran
evidencia del componente afectivo, pero al preguntarles sobre ciertos
sentimientos, como pueden ser la ira, la tristeza o los deseos sexuales, pueden
responder con sorpresa, indignación o negativas. A nivel cognitivo, los
resultados suelen ser normales, aunque se observa una falta de perseverancia en
las cuestiones aritméticas o tareas que requieren concentración, al igual que,
suelen presentar facilidad para olvidar el material con una fuerte carga
emocional.
El
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-V define al trastorno histriónico
de la personalidad como un patrón general de excesiva emotividad y una búsqueda
de atención, que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en
diversos contextos, como lo indican cinco o más de los siguientes criterios
diagnósticos: 1) no se siente cómodo
en las situaciones en la que no es el centro de la atención, 2) la interacción con los demás suele
estar caracterizada por un comportamiento sexualmente seductor o provocador, 3) muestra una expresión emocional
superficial y rápidamente cambiante, 4)
utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre sí
mismo, 5) tiene una forma de hablar
excesivamente subjetiva y carente de matices, 6) muestra autodramatización, teatralidad y exagerada expresión
emocional, 7) es sugestionable, por
ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por las circunstancias, y 8) considera sus relaciones más intimas
de lo que son en realidad.
Los
pacientes con trastorno histriónico de la personalidad muestran una conducta
que constantemente busca la atención en los demás. Tienden a exagerar sus
pensamientos y sentimientos, haciendo que todo parezca mucho más importante de
lo que en realidad es. Si no son el centro de atención o no reciben aprecio o
aprobación, pueden tener rabietas, lloros y hacer acusaciones. Son poco
tolerantes a la frustración, la dilación y el desengaño.
Es
muy común la conducta seductora tanto en hombres como mujeres. Suelen tener
fantasías sexuales sobre personas con las que tienen algún tipo de relación,
sin embargo a la hora de verbalizar dichas fantasías muestran inconsistencia y
timidez, siendo proclives al flirteo, más que a ser sexualmente agresivos. De
hecho, pueden presentar disfunciones sexuales, anorgasmia en el caso de las
mujeres e impotencia en el de los
hombres. Su ilimitada necesidad de confirmación y aprobación hace que sus
relaciones interpersonales sean superficiales y los convierte en personas
vanidosas, egocéntricas y volubles. La represión y la disociación son las
principales defensas de estos pacientes, por las que tienen muy poca conciencia
de sus verdaderos sentimientos e incapacidad para explicar sus motivaciones.
Respecto al diagnóstico diferencial, el
trastorno por somatización (síndrome de Briquet) puede aparecer de manera
paralela al trastorno histriónico de la personalidad, al igual que los
pacientes con un trastorno psicótico breve y trastornos disociativos pueden
sufrir también un trastorno histriónico de la personalidad.
*Psiquiatra, Director del Instituto
Canario de Psiquiatría (ICAPSI) y Presidente de la Sociedad Española de
Psiquiatría Social (SEPPS).
Con la
colaboración de la Psicóloga Paula María Gómez Hidalgo, adjunta a la Dirección
del Instituto Canario de Psiquiatría (ICAPSI).
TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD. Epítome
Miguel Duque Pérez Camacho *
“Yo” y “mi”
dialogan con demasiada asiduidad.
Fredrich NIetzshe
Introducción
Haciendo
alusión al personaje mitológico de Narciso,
el diccionario de la Real Academia de la Lengua española (Vigesimotercera
edición) define al narcisista como aquella persona que cuida demasiado de su
arreglo personal, o se precia de atractivo, como enamorado de sí mismo.
El
narcisismo es definido por el diccionario Terminológico de las Ciencias Médicas
como el amor a la imagen de sí mismo. Puede incluir o no excitación sexual
producida por la admiración y contemplación del propio cuerpo.
Las
personas que presentan el trastorno narcisista de la personalidad se
caracterizan por una gran sensación de auto-importancia y sentimientos de grandiosidad
que les hacen creer que son personas especiales. Existe un riesgo más elevado
de desarrollar este trastorno entre los hijos de padres que les inculcan un
sentido de omnipotencia, grandiosidad, belleza y talento poco realistas.
Este
trastorno es crónico y difícil de tratar. Los pacientes que lo sufren toleran
muy mal el envejecimiento, ya que valoran y se aferran de una forma inapropiada
a los atributos de la belleza, la fuerza y la juventud.
Diagnóstico
Los
narcisistas se consideran personas especiales, por lo que esperan que se les
trate como tales. Poseen poca tolerancia ante las críticas, pueden encolerizarse
si alguien les critica ya que tienen necesidad de aprobación o bien mostrar
total indiferencia. Son con frecuencia ambiciosos y desean la fama y la fortuna,
y su sensación de creerse autorizados para casi todo resulta muy sorprendente.
Se niegan a seguir las normas de conducta
convencionales, lo que provoca que las personas de su entorno enfurezcan. Por
lo general sus relaciones interpersonales son frágiles. Son incapaces de
mostrar compresión, cuando lo hacen es únicamente para conseguir lo que desean.
Estos
pacientes tienen una autoestima muy frágil y tienden a la depresión y son
capaces de provocar situaciones tales como el rechazo, la pérdida, las
dificultades interpersonales y los problemas
laborales.
Según
el DSM-V, ya citado anteriormente, el trastorno narcisista de la personalidad
es un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de
admiración y una falta de empatía, que empiezan al principio de la edad adulta
y que se dan en diversos contextos como lo indican cinco o más de los
siguientes ítems: 1) tiene un
grandioso sentido de autoimportancia (p.ej., exagerar los logros y capacidades,
esperar ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados), 2) está preocupado por fantasías de
éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios, 3) cree que es “especial” y único que
sólo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con otras personas (o
instituciones) que son especiales y de alto status, 4) exige una admiración excesiva, 5) es muy pretencioso, por ejemplo, expectativas irrazonables de
recibir un trato de favor especial o de que se cumpla automáticamente sus
expectativas, 6) es
interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para
alcanzar sus propias metas, 7)
carece de empatía: es reacio reconocer o identificarse con los
sentimientos y necesidades de los demás, 8)
frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él y 9) presenta comportamientos o actitudes
arrogantes o soberbios.
Con
el trastorno narcisista de la personalidad suelen presentarse otros trastornos
como el boderline, histriónico y antisocial de la personalidad, por lo que el
diagnóstico diferencial es a veces muy difícil. Los pacientes con trastorno
narcisista, con respecto a los pacientes borderline, experimentan menos
ansiedad e intentos de suicidio. Los pacientes con trastorno antisocial de la
personalidad presentan conductas impulsivas, a menudo asociadas al abuso de
alcohol u otras sustancias, lo cual a veces deriva en problemas con la
ley. Y por último, los pacientes
histriónicos comparten con los narcisistas el exhibicionismo y manipulación
interpersonal.
*Psiquiatra, Director del Instituto
Canario de Psiquiatría (ICAPSI) y Presidente de la Sociedad Española de
Psiquiatría Social (SEPPS).
Con la
colaboración de la Psicóloga Paula María Gómez Hidalgo, adjunta a la Dirección
del Instituto Canario de Psiquiatría (ICAPSI).