17 de octubre de 2016

TRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD. Epítome

Miguel Duque Pérez Camacho *

Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.
Antoine De Saint- Exupéry, “El Principito”.

Introducción

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (Vigesimotercera edición), histrión es aquella persona que se expresa con afectación o exageración propia de un actor teatral.
El diccionario Terminológico de las Ciencias Médicas define el histrionismo como la adopción morbosa o histérica de gestos exagerados; dramatismo.
Citando a Harold I. Kaplan y Benjamin J. Sadock, el trastorno histriónico de la personalidad se caracteriza por una conducta colorista, exagerada y extrovertida en personas extraordinariamente excitables y emotivas. Se diagnostica con más frecuencia en mujeres que en hombres. Con la edad, los pacientes con un trastorno histriónico tienden a presentar menos síntomas, pero, debido a que carecen de la misma energía que tenían cuando eran más jóvenes. Estos pacientes son buscadores de sensaciones, lo que les puede llevar a tener problemas con la ley, abusar de sustancias, o actuar de forma promiscua.

Diagnóstico

Durante la entrevista clínica, los pacientes con dicho trastorno suelen ser muy cooperativos y proporcionan historias llenas de detalles. Es muy común que en sus conversaciones estén presentes la gesticulación y vocalización exageradas, pueden hacer diferentes gestos con la lengua, y su lenguaje es muy florido. Existe una gran evidencia del componente afectivo, pero al preguntarles sobre ciertos sentimientos, como pueden ser la ira, la tristeza o los deseos sexuales, pueden responder con sorpresa, indignación o negativas. A nivel cognitivo, los resultados suelen ser normales, aunque se observa una falta de perseverancia en las cuestiones aritméticas o tareas que requieren concentración, al igual que, suelen presentar facilidad para olvidar el material con una fuerte carga emocional.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos  Mentales DSM-V define al trastorno histriónico de la personalidad como un patrón general de excesiva emotividad y una búsqueda de atención, que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos, como lo indican cinco o más de los siguientes criterios diagnósticos: 1) no se siente cómodo en las situaciones en la que no es el centro de la atención, 2) la interacción con los demás suele estar caracterizada por un comportamiento sexualmente seductor o provocador, 3) muestra una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante, 4) utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre sí mismo, 5) tiene una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices, 6) muestra autodramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional, 7) es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por las circunstancias, y 8) considera sus relaciones más intimas de lo que son en realidad.
Los pacientes con trastorno histriónico de la personalidad muestran una conducta que constantemente busca la atención en los demás. Tienden a exagerar sus pensamientos y sentimientos, haciendo que todo parezca mucho más importante de lo que en realidad es. Si no son el centro de atención o no reciben aprecio o aprobación, pueden tener rabietas, lloros y hacer acusaciones. Son poco tolerantes a la frustración, la dilación y el desengaño.
Es muy común la conducta seductora tanto en hombres como mujeres. Suelen tener fantasías sexuales sobre personas con las que tienen algún tipo de relación, sin embargo a la hora de verbalizar dichas fantasías muestran inconsistencia y timidez, siendo proclives al flirteo, más que a ser sexualmente agresivos. De hecho, pueden presentar disfunciones sexuales, anorgasmia en el caso de las mujeres  e impotencia en el de los hombres. Su ilimitada necesidad de confirmación y aprobación hace que sus relaciones interpersonales sean superficiales y los convierte en personas vanidosas, egocéntricas y volubles. La represión y la disociación son las principales defensas de estos pacientes, por las que tienen muy poca conciencia de sus verdaderos sentimientos e incapacidad para explicar sus motivaciones.
 Respecto al diagnóstico diferencial, el trastorno por somatización (síndrome de Briquet) puede aparecer de manera paralela al trastorno histriónico de la personalidad, al igual que los pacientes con un trastorno psicótico breve y trastornos disociativos pueden sufrir también un trastorno histriónico de la personalidad.

*Psiquiatra, Director del Instituto Canario de Psiquiatría (ICAPSI) y Presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Social (SEPPS).
Con la colaboración de la Psicóloga Paula María Gómez Hidalgo, adjunta a la Dirección del Instituto Canario de Psiquiatría (ICAPSI).



TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD.    Epítome

Miguel Duque Pérez Camacho *

Yo” y “mi” dialogan con demasiada asiduidad.
Fredrich NIetzshe

Introducción

Haciendo alusión al personaje mitológico de Narciso, el diccionario de la Real Academia de la Lengua española (Vigesimotercera edición) define al narcisista como aquella persona que cuida demasiado de su arreglo personal, o se precia de atractivo, como enamorado de sí mismo.
El narcisismo es definido por el diccionario Terminológico de las Ciencias Médicas como el amor a la imagen de sí mismo. Puede incluir o no excitación sexual producida por la admiración y contemplación del propio cuerpo.
Las personas que presentan el trastorno narcisista de la personalidad se caracterizan por una gran sensación de auto-importancia y sentimientos de grandiosidad que les hacen creer que son personas especiales. Existe un riesgo más elevado de desarrollar este trastorno entre los hijos de padres que les inculcan un sentido de omnipotencia, grandiosidad, belleza y talento poco realistas.
Este trastorno es crónico y difícil de tratar. Los pacientes que lo sufren toleran muy mal el envejecimiento, ya que valoran y se aferran de una forma inapropiada a los atributos de la belleza, la fuerza y la juventud.

Diagnóstico

            Los narcisistas se consideran personas especiales, por lo que esperan que se les trate como tales. Poseen poca tolerancia ante las críticas, pueden encolerizarse si alguien les critica ya que tienen necesidad de aprobación o bien mostrar total indiferencia. Son con frecuencia ambiciosos y desean la fama y la fortuna, y su sensación de creerse autorizados para casi todo resulta muy sorprendente.
             Se niegan a seguir las normas de conducta convencionales, lo que provoca que las personas de su entorno enfurezcan. Por lo general sus relaciones interpersonales son frágiles. Son incapaces de mostrar compresión, cuando lo hacen es únicamente para conseguir lo que desean.
Estos pacientes tienen una autoestima muy frágil y tienden a la depresión y son capaces de provocar situaciones tales como el rechazo, la pérdida, las dificultades interpersonales y  los problemas laborales.
Según el DSM-V, ya citado anteriormente, el trastorno narcisista de la personalidad es un patrón general de grandiosidad (en la imaginación  o en el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatía, que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos como lo indican cinco o más de los siguientes ítems: 1) tiene un grandioso sentido de autoimportancia (p.ej., exagerar los logros y capacidades, esperar ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados), 2) está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios, 3) cree que es “especial” y único que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) que son especiales y de alto status, 4) exige una admiración excesiva, 5) es muy pretencioso, por ejemplo, expectativas irrazonables de recibir un trato de favor especial o de que se cumpla automáticamente sus expectativas, 6) es interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas, 7) carece de empatía: es reacio reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás, 8) frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él y 9) presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios.
Con el trastorno narcisista de la personalidad suelen presentarse otros trastornos como el boderline, histriónico y antisocial de la personalidad, por lo que el diagnóstico diferencial es a veces muy difícil. Los pacientes con trastorno narcisista, con respecto a los pacientes borderline, experimentan menos ansiedad e intentos de suicidio. Los pacientes con trastorno antisocial de la personalidad presentan conductas impulsivas, a menudo asociadas al abuso de alcohol u otras sustancias, lo cual a veces deriva en problemas con la ley.  Y por último, los pacientes histriónicos comparten con los narcisistas el exhibicionismo y manipulación interpersonal.

           
*Psiquiatra, Director del Instituto Canario de Psiquiatría (ICAPSI) y Presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Social (SEPPS).

Con la colaboración de la Psicóloga Paula María Gómez Hidalgo, adjunta a la Dirección del Instituto Canario de Psiquiatría (ICAPSI).